lunes, 13 de diciembre de 2010

Y tu tesoro adonde esta?


Recuerdo un estudio que leí hace años que me impacto mucho. Decía el varón que lo daba "si tu no deseas ver a Jesús, no lo vas a ver".

Para explicar bien su punto de vista dijo "imagínate que mueres y vas al cielo y lo primero que pasa por tu mente es: "caramba voy a perder el juego de foot ball del lunes por la noche""Su premisa era si tu no anhelas ver a Dios, lo más probable es que no lo vas a ver.

La Palabra es clara que si tenemos la esperanza de verlo nos santificaremos "1Jn3: 2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro."

Si tienes la esperanza de verlo te vas a preparar para verlo. En la segunda carta a los corintios Pablo claramente nos dice que ser revestido es esencial para no quedar en vergüenza. "
2 Corintios 5 1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida."

El desear con todo el corazón ese momento nos ayuda a mantenernos cerca de El y agarrado de su manto. El corazón del creyente no puede apegarse a esta vida, a esta existencia; sino a una eternidad con Cristo. Por eso Jesús dijo: "Lucas: 33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón."

El creyente no vive solo para esta vida sino para la que viene. Su meta mayor es oír a su maestro decir "entra buen siervo y fiel". Esto no significa que el creyente no puede tener sueños y anhelos en esta vida, pero esos anhelos y deseos no pueden ser mayores que el más importante: vernos cara a cara con El.

Cristo viene aunque tu no quieras!

Un amigo recientemente me dijo que la gente no quiere oír de la posibilidad de la venida de Cristo pues esta daña sus planes, Cristo es inconveniente. Es una triste realidad tal y como pasó en su primera venida. Los fariseos no querían que Cristo estuviera para no se dañara el buen negocio religioso que tenían. Hay Iglesias que viven obviando la realidad de su venida y siguen bien envueltos en sus negocios personales. Tal parece que serian más felices si todo siguiera igual.

Pregúntate hoy ¿dónde esta mi corazón? Deseo llegar a la meta final, si Cristo viniera hoy ¿me alegraría?, ¿dónde esta tu tesoro? Si tu anhelo esta en verlo de nuevo no quedarás desnudo cuando El regrese. O como dicen en Borinquen: "y tu tesoro ¿a'onde esta?"

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