II Tesalonicenses capitulo 2
La segunda venida y nuestra reunión con El
En el segundo capítulo entramos en lo grueso del argumento de la epístola. La pregunta planteado por los hermanos de tesalónica era, que ya estábamos en la tribulación y si los hermanos fallecidos habían participado de la resurrección o no. El capítulo 4 de la primera carta Pablo trato el hecho de que los que habían muerto (o dormido ya que en Cristo no morimos sino que pasamos a su presencia y estamos vivos, Dios es Dios de vivos no muertos) resucitarían. Estos hermanos participarían de lo que en griego se llama el “harpazo” o arrebatamiento. El misterio revelado por Pablo es que en este evento participaría los creyentes vivos y que ese evento es singular y diferente a la segunda venida de Cristo. En la segunda venida Cristo llega físicamente a tocar tierra como el capítulo 12 de zacarias donde toca tierra sobre el monte de los olivos mientras que en este evento Cristo llama a los muertos y los vivos en el aire para luego llevarlos con El.
1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,(A) os rogamos, hermanos,
2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Pablo está respondiendo a una carta que decía a los hermanos que ya estaban en la tribulación y esto causo consternación de que se había perdido el evento de nuestra reunión con El. Pablo en el verso uno diferencia los dos eventos uno es la segunda venida y la otra es nuestra reunión con el. El rapto no es una venida corporal de Cristo a la tierra sino una reunión nuestra con El en los aires por tanto Pablo comienza y contestar la pregunta de atrás en adelante para dejar claro que eventos que llevaran a la segunda venida y que tenemos que esperar antes.
Señal para la segunda venida el hijo de perdición y la apostasia
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto;(B) tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
La apostasía es la primera gran señal de la cercanía un retroceso de la fe genuina en Dios será parte de de la culminación de todas las cosas. A partir de este evento se abrirá las puertas para la entrada de una figura importante que se conoce aquí como el hijo de perdición. Apocalipsis 13 lo llama la bestia Isaias lo llama “el assirio” Daniel, “el príncipe que ha de venir” es una figura política gentil que se levantaría para tomar dominio de toda la tierra en los últimos días por un periodo de 3 años y medio llamándose dios.
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Algo detiene la manifestación del Anticristo y su manifestación se dará cuando eso es quitado. Lo que detiene al hijo de perdición es materia de mucha discusión. Algunos han teorizado que es el ángel miguel que defiende a Israel otros el Espíritu Santo y aun otros la Iglesia. Lo cierto es que algo detiene su manifestación aquí expongo mi opinión.
El Espíritu Santo tiene una relación particular con la iglesia Jesús dijo en Juan no los dejare huérfano les enviare el Espíritu de Dios.
Jn16: 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
A diferencia del AT en que el Espíritu se manifestaba esporádica mente en el caso de la iglesia el sello de su conversión era el Espíritu en sus vidas. Por tanto la Iglesia es el recipiente del Espíritu de Dios en la tierra y la autoridad dada a ella proviene del sometimiento a Dios.
En gálatas Pablo habla de la autoridad dada a la iglesia como cabeza a todas las cosas bajo la autoridad de Dios.
Efesios 1: 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra(C) en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies,(D) y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo,(E) la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Cristo hablándole a Pedro sobre la verdad del evangelio le dijo que las puertas del infierno no prevalecerían contra la iglesia de Dios. Recuerden las puertas o dejan entrar o dejan salir, la iglesia tiene la autoridad de de aguantar todo lo que viene del infierno.
Mt16: 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Por tanto es mi conclusión que lo que detiene el anticristo es la Iglesia sometida al Espíritu santo esa estructura de oración que sostiene al mundo. La sal de la tierra que mantiene preservado al mundo de la destrucción total. Una vez que esta estructura es quitada por nuestra reunión con El se podrá manifestar entonces el hijo de perdición. Seguimos la discusión de este capítulo la semana que viene.
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