Estudio de Jose Miguel Rivera
Tema: Principios de la enseñanza y el aprendizaje según la epístola a
los Hebreos
Introducción:
La epístola de los hebreos nos muestra unos principios básicos respecto
al aprendizaje. Esta epístola fue escrita a los hebreos de la diáspora y el escritor
deseaba que ellos tuviesen el antiguo testamento y la ley visto desde la
perspectiva nueva de Cristo. Obviamente, a muchos judíos, aun siendo el pueblo
escogido de Dios y sabiendo sus mandatos, no les ayudó el escuchar la palabra.
El escritor trata ese tema es esta epístola.
Principios:
Los siguientes principios muestran actitudes correctas e incorrectas del
alumno en el proceso de aprendizaje. Las actitudes correctas hacen fructificar la
palabra de Dios en nuestras vidas. Por el contrario, las actitudes incorrectas
hacen infructuosa y condenatoria la palabra en nuestras vidas.
Principios de actitudes correctas:
1. Diligencia
Vv 2:1“ Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos
a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”
Aquí Dios nos hace un llamado a la diligencia en el proceso de
aprendizaje. Es responsabilidad del alumno el poner diligencia en el
proceso de aprender. Existe el riesgo de aun poder perder la salvación al
no ser diligentes para aprender de Dios. Recordemos la parábola del
sembrador con la semilla que cayó junto al camino.
2. La fe
Vv 4:2“ Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena
nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir
acompañada de fe en los que la oyeron.”
Para que la palabra de Dios sea fructífera en la vida del alumno
debe ir acompañada de fe en los que la oyen. La diferencia entre una
palabra de Dios poderosa para nuestra vida y una no poderosa es la fe
que tengamos en esa palabra. Si tenemos fe en que lo que Dios dice es
real y que Dios lo ha de cumplir esa palabra tendrá un resultado brutal en
nuestras vidas. Es responsabilidad del maestro motivar la fe de aquellos a
quienes les estamos enseñando. Si no motivamos la fe y simplemente
tomamos una actitud de que el que quiera oír que oiga, no estamos
Catacumba # 20
Ministerio de Niños
Estudio Bíblico
haciendo uso del amor que debe ser nuestro norte en todo lo que
hacemos.
Principios de actitudes incorrectas:
1. Incredulidad
Vv 3:12-14 “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno corazón malo de
incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortándonos los unos a
los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno se
endurezca por el engaño del pecado.”
La palabra hace la exhortación de que no puede haber un corazón
malo en quien oye la palabra. Una persona que no es de limpio corazón la
palabra no haya cabida en ella. (Recordemos como los judíos al oír las
palabras de Esteban no la resistían y por tanto fueron y lo apedrearon). El
corazón malo es aquel corazón que está lleno de incredulidad. La
incredulidad detiene el poder de Dios por medio de su palabra en la vida
del oyente. Solamente la persona que tiene un corazón humilde y que
tiembla ante su palabra es aquel que halla el favor de Dios (Isaías 66:2)
Por tanto, para que la palabra de Dios tenga un fruto en la vida del que la
escucha debe la persona tener fe y creer en el Dios que inspiro la
palabra.
2. Endurecimiento
Vv 3:7-8“... Si oyeres hoy su voz no endurezcáis vuestros
corazones...”.
Esto muestra un principio básico de la palabra de Dios, la palabra
toca lo profundo de nuestro ser y nos muestra la volunta de Dios. La
palabra nos muestra lo correcto y lo incorrecto. Ante esa realidad viene
esta enseñanza, si oyeres hoy su voz... El alumno de la palabra de Dios
tiene que tener un corazón lo suficientemente sensible y sencillo como
para no endurecerlo ante la exhortación de la palabra. El endurecimiento
de corazón hace infructuosa la palabra de Dios en nuestras vidas y
conlleva juicio ya que nos pone en una posición de decisión, obedezco a
Dios o hago lo que deseo.
3. Tardos para oír
Vv 5:11-14 “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de
explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser
ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os
Catacumba # 20
Ministerio de Niños
Estudio Bíblico
vuelva a enseñar cuales son los primeros rudimentos de las palabras de
Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche y no de
alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la
palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que
han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Aquí la palabra de Dios nos muestra unos principios básicos en cuanto
al aprendizaje del cristiano. Primeramente existen 2 tipos de alimentos, la
leche y la vianda. La leche espiritual son los rudimentos básicos del
cristianismo. Estos son:
•El arrepentimiento
•La fe en Dios
•La doctrina del bautismo
•La imposición de manos
•La resurrección de los muertos
•El juicio eterno.
Por otro lado esta la vianda como alimento. La vianda son doctrinas
bíblicas que van mas allá de las cosas típicas del evangelio. Son
doctrinas profundas, son enseñanzas que confrontan nuestras vidas
contra la palabra de Dios, etc.
¿Quiénes son aquellos que son capaces de recibir la vianda por
alimento?
Son los que por medio del uso tienen ejercitados los sentidos en el
discernimiento del bien y del mal. Es decir, para nosotros poder aprender
y obtener el máximo de la palabra de Dios al participar de la enseñanza
bíblica debemos tener todos nuestros sentidos ejercitados. El ser humano
tiene 5 sentidos, olfato, tacto, audición, visión & el gusto. Mientras más de
esos sentidos sean utilizados en el proceso de aprendizaje mas
aprendemos. Por esa razón, cuando nosotros como maestros procuramos
enseñar debemos provocar en los demás que utilicen la mayor cantidad
posible de sentidos. Esto va a mejora la capacidad de retención del
participante.
Conclusión:
Como maestros debemos procurar motivar los discípulos a que
desarrollen las actitudes adecuadas y dejen las incorrectas durante el
aprendizaje. Un discípulo con actitudes diligentes, con fe, sin incredulidad, sin
endurecimiento y aplicado logrará que la palabra de Dios transforme su vida.
Recordemos siempre que la palabra de Dios es viva y eficaz y mas cortante que
toda espada de dos filos, ella penetra y discierne las intenciones del corazón y
de los pensamientos. (Heb. 4:12)